Medios Audiovisuales

Guía de buenas prácticas para la generación de contenidos periodísticos en radio y televisión.

Radio

La radio es un medio poderoso para entregar información. El uso del espectro electromagnético para transmitir audio ha sido vital para el periodismo a la hora de informar en directo sobre hechos noticiosos. La posibilidad de escuchar radio en cualquier parte —en la casa, en el auto, en aparatos a pilas en un lugar remoto o con audífonos utilizando un dispositivo portátil— la convierten en el medio de excelencia en cuanto a inmediatez.

Tiene además un gran potencial para generar un vínculo con el oyente, lo que ha ayudado para que históricamente tienda a situarse como el medio más creíble para los ciudadanos.

En el periodismo sonoro tienen cabida los géneros y formatos clásicos del periodismo, como la noticia, el reportaje, la entrevista e incluso la columna de opinión. A eso se suma el despacho en vivo, al igual que en la televisión. Sin embargo, en Chile el periodismo radial ha tendido a enfocarse en la actualidad, ya sea a través de notas, entrevistas o conversaciones en estudio.

La irrupción del podcast ha permitido explotar todo el potencial que tiene el reportaje o la crónica sonora. La principal diferencia entre el podcasting y el tradicional broadcasting es tecnológica: en vez de transmitirse en un momento específico a través de la radio, el nuevo formato digital permite que el contenido sea consumido en el momento en que se desee.

Noticia

La noticia en radio debe ser breve y desarrollar de manera muy clara y directa los puntos principales. Puede ser de gran ayuda reproducir una estructura similar a la de las noticias escritas, utilizando la pirámide invertida y respondiendo en el arranque las seis preguntas básicas del periodismo: qué, quién, cuándo, cómo, dónde y por qué.
Al escribir una nota de radio que tomar en cuenta que luego deberá ser leída, por lo que debe ser redactada con la estructura y el tono del lenguaje hablado.
Deben utilizarse frases cortas. Se aconseja hablar en presente, emplear formas verbales activas y estructuras gramaticales sencillas.
Hay que evitar el uso excesivo de datos sin explicaciones. Esto impide que la audiencia procese y comprenda la información.
Quien redacta una noticia para radio debe construir una narración lo más visual posible. Eso implica que sea más centrada en la acción y que se utilicen descripciones lo más vívidas posibles.
Antes de incluir una cuña es necesario presentar a la persona que hablará e introducir el tema al que se referirá. En esa presentación no hay que adelantar todo lo que la persona va a decir, o la cuña no tendría sentido. Dependiendo de su extensión o importancia, será necesario decir, a la salida de esa cuña, nuevamente quién es la persona que habló.
Por su naturaleza, la radio debe enfrentar permanentemente la entrada y salida de auditores a lo lardo de una transmisión. Es por eso que, si bien debe ser lo suficientemente precisa como para no repetir contenidos, sí debe elaborar estrategias de redundancia que actualicen sus elementos de contenido: qué radio es, de qué se habla y quién está hablando en la cuña
Cuando se corta o edita el audio de una cuña radial, debe considerarse que el mensaje emitido sea congruente y se desarrolle una idea con principio y final.
Las notas radiales deben tener una entrada, desarrollar la noticia y terminar con un cierre El cierre re-actualiza o retoma e incluso los datos o cifras más relevantes.

Despacho en vivo

Durante un despacho en vivo hay que intentar “llevar” al oyente al lugar de los hechos. Para ello no basta con relatar los datos duros de la noticia, sino que hay que describir lo que se ve y lo que está sucediendo.
Se trata de una representación sonora de la realidad en que es clave el buen tratamiento del mensaje, el uso de las voces grabadas o en vivo (cuñas de protagonistas) y la emisión de sonidos ambientes.
El despacho debe ser hecho en un lenguaje sencillo y claro. El oyente debiese entender rápidamente lo que se le está informando. A diferencia de la nota radial, en el despacho normalmente no hay un texto escrito en el que apoyarse, por lo que es importante concentrarse en la claridad, en utilizar las palabras precisas y en no repetir ideas o palabras.
El despacho en vivo siempre se desarrolla contra el tiempo, por lo que es importante tomar notas previamente y confiar en ellas durante la transmisión. Ahí se puede ordenar datos y jerarquizar ideas. El primer contacto de ese despacho debe ser capaz de ofrecer un lead bien armado, con la noticia en su esplendor. En radio repetir y reiterar a veces puede ser utilizado como un recurso, aunque no hay que abusar de él. Suele pasar que los conductores, que no reportean el tema, preguntan y replican; hay que estar preparado para situarlos, llevarlos al núcleo de lo reporteado.
Jamás hay que afirmar algo que no esté reporteado y chequeado, aunque desde el estudio estén presionando al reportero por afirmaciones más tajentes respecto a situaciones que aún no están claras.
El despacho radial es parte del género informativo, por lo tanto no corresponde que el periodista emita juicios de valor.

Reportaje

Al igual que en la televisión, el reportaje radial pretende narrar y describir hechos de interés con un análisis amplio y profundo de lo ocurrido, sin tener que responder a la inmediatez (como es en el caso de la noticia).
Hay que aprovechar al máximo las características del formato radial. Un reportaje debería tener distintas voces y utilizar sonidos que permitan entregar contexto e información adicional. El uso de material de archivo también es una herramienta poderosa a la hora de contar una historia en profundidad. Un material atractivo para lograr un reportaje macizo y valioso es el archivo sonoro, que si se usa con precisión, otorga un sentido editorial al enfoque de la pieza.
Al tener una mayor extensión es posible realizar descripciones detalladas que permitan al auditor no sólo oír sino que también “ver” los lugares o las personas sobre las que estás hablando. Dichas descripciones son mejor logradas y más coloridas en la medida que haya más voces para complementar el relato. Más y mejores fuentes entrevistadas con preguntas adecuadas y en condiciones técnicas óptimas.
Un reportaje radial, en formato de crónica radial, debe estimular la imaginación de quien lo escucha, tal como sucede con la nueva generación de podcasts,