Medios Escritos

Recomendaciones de estilo y reglas ortográficas y gramaticales para profesionales que utilizan la palabra escrita como base de su labor periodística.

Géneros periodísticos

Tradicionalmente se reconocen tres géneros periodísticos: el informativo, el interpretativo y la opinión. En ellos se aprecia en orden creciente la subjetividad del periodista o autor del texto. Así, mientras en el informativo el periodista debe atenerse estrictamente a los hechos, en la opinión el autor (no necesariamente es periodista) tiene la libertad de plasmar sus pensamientos y puntos de vista.

Periodismo informativo:

  1. El principal insumo del periodismo informativo son los hechos, que en general toman forma de noticia. En prensa escrita, su soporte solían ser los diarios, pero hoy también se encuentra en los medios digitales orientados a la actualidad.
  2. En el periodismo informativo el título da a conocer lo más noticioso de manera precisa. Para ello se requiere de un verbo activo, de un sujeto y de un predicado. Tiene que ser atractivo para que al lector lea la nota. El epígrafe y la bajada son sus complementos naturales: permiten aclarar ideas confusas o completar lo sugerido. En ambos casos, la información que aporten debe estar contenida en el texto (ver apartado sobre los elementos de titulación).
  3. Luego viene el lead, que corresponde al primer párrafo de la noticia. En el lead es conveniente, pero no obligación, responder a las seis preguntas básicas del periodismo: qué, quién, dónde, cómo, cuándo y por qué. Debe ser lo suficientemente informativo como para que el lector se entere de lo fundamental de forma inmediata (ver apartado sobre el lead).
  4. La pirámide invertida es la estructura clásica del periodismo informativo, pues es funcional al objetivo de entregar a los lectores la información en orden decreciente de importancia (de lo más a lo menos importante). Nace con las agencias de noticias, que enviaban sus cables a través del telégrafo, por lo tanto el contenido debía ser claro y conciso. Además, la transmisión podía cortarse, por lo tanto estructurar el contenido en forma de pirámide invertida permitía asegurarse que se recibían los datos más relevantes. Sigue siendo válido pensar que sin importar cuándo dejará de leer, la persona tendrá acceso a lo más importante, pero la pirámide invertida no es la única estructura posible. Hilar la información de una manera que enganche al lector a leer hasta el final y transmitir la sensación de que cada dato es importante es un objetivo que justifica pensar otras estructuras.
  5. En el cuerpo de la noticia se desarrollan todos los datos relativos a la noticia misma, además del contexto relevante. Hay que tener en cuenta que la noticia es una unidad en sí misma y debe contener toda la información necesaria para entenderla.
  6. El cierre no es obligatorio en una noticia, aunque sí es recomendable para lograr un texto redondo. Hay mayor flexibilidad porque la noticia estaba pensada originalmente para medios impresos, donde el espacio es limitado y se entiende que la última información es la menos importante y, por tanto, suprimible. Sin embargo, en los medios digitales no existe esa restricción.

Periodismo interpretativo:

  1. El reportaje interpretativo es el principal exponente de este género. Aborda un tema en profundidad, combinando la información con las descripciones e interpretaciones de los hechos. Su redacción puede adoptar un estilo más literario, a través de la reconstrucción de escenas o la reproducción de diálogos, por ejemplo. El autor de un reportaje tiene más libertad que el que escribe una noticia, no sólo en cuanto a forma, sino que también puede imprimir su mirada de lo que está contando. Los contenidos de un reportaje no necesariamente tienen que ser tan actuales, ni estar sujetos a una fecha de caducidad.
  2. El título de un reportaje interpretativo no sigue reglas fijas, a diferencia de los títulos informativos. Por lo mismo, titular exige de mayor creatividad, fuerza dramática e ingenio, para atraer al lector.
  3. El lead es el enganche del texto, ya que se encarga de cautivar y, a la vez, de centrar el tema para que el lector sepa –desde un primer momento– de qué se va a informar y explicar. En lo formal, puede usarse una escena, un diálogo, una cita, una descripción o cualquier estructura que ayude al objetivo de hacerlo atractivo y periodísticamente coherente con el contenido.
  4. La estructura del reportaje también es flexible. Puede optarse por la pirámide invertida, pero también por una organización cronológica, temática y otra. Una alternativa que suele funcionar bien es la estructura de “W”, en que se alternan puntos narrativos altos con contenido más duro, pero la historia comienza y termina arriba. La utilización de subtítulos permite generar pausas y ordenar la estructura, además de resaltar ciertos puntos de interés.
  5. El último párrafo o cierre de un reportaje es clave, ya que se encarga de reforzar la idea principal desarrollada desde el lead. Debe contener información relevante, datos que permitan cerrar la idea central y activar la recordación del lector.
  6. El reportaje debe ir siempre firmado y las fuentes pueden ser citadas de formas menos evidentes que en una nota informativa. Los pasajes de documentos, artículos o libros siempre deben tener la referencia correspondiente.

Periodismo de opinión:

  1. Los artículos de opinión más comunes son las columnas, pero también caben críticas (literarias, cinematográficas, etc.) y editoriales.
  2. Si bien se exige que el autor se atenga verdad y que el texto sea factualmente irreprochable, tiene completa libertad para plantear puntos de vistas, críticas y opiniones. Como responden al estilo personal del autor, solo pueden ser editados formalmente. Se debe intentar respetar incluso la puntuación, acentuación y sintaxis del autor. Cambios de fondo deberán ser consultados con éste.
  3. Todo artículo de opinión debe llevar la firma del autor, además de su cargo, título o militancia. El lector debe poder entender desde dónde escribe el autor.

Entrevista:

  1. La entrevista no se ajusta perfectamente a ninguno de los géneros periodísticos. El Manual de estilo de El País la encasilla, dependiendo de su contenido, en el periodismo informativo o interpretativo. Se considera que es informativa cuando reproduce lo más objetivamente posible una conversación con el entrevistado, normalmente transcribiéndola en el formato pregunta y respuesta. Si, en cambio, es una entrevista de perfil en que el periodista incluye su relato, mirada e interpretación, se considera que encaja dentro del periodismo interpretativo.
  2. La entrevista supone un encuentro cara a cara entre el periodista y el entrevistado. Mediante un diálogo se recoge información de interés que luego puede ser reproducida mediante un formato de pregunta y respuesta o extrayendo la información relevante para utilizarla en otro tipo de producto periodístico. Si la entrevista se ha realizado a distancia, debe especificarse el medio por el que se ha efectuado, por ejemplo, vía video conferencia o por teléfono. Esto es particularmente relevante cuando se trata de un cuestionario contestado por escrito, en el que no se produce el diálogo entre el periodista y la fuente que caracteriza una entrevista. Es, de todos modos, una práctica que hay que tratar de evitar.
  3. El periodista no es el protagonista de las entrevistas. La relevancia siempre estará en lo que diga o haga el entrevistado, y en función de lo que es importante y/o necesario de informar a la audiencia.
  4. Al transcribirse las respuestas de un entrevistado es necesario apegarse al contenido y en lo posible respetar la forma en que fue dicho, editando lo que sea necesario para lograr claridad.
  5. En algunas ocasiones puede ser necesario reproducir alguna muletilla o característica propia del habla del entrevistado, si es que se considera que tiene relevancia para, por ejemplo, graficar algún elemento del perfil de la persona. Hay que tener cuidado de hacerlo con respeto, sin que signifique ridiculizarlo.
  6. Es importante guardar la grabación de la entrevista: servirá de respaldo para certificar antecedentes y para demostrar que los informado se apegó a lo dicho. Esto puede ser muy relevante en caso de producirse un litigio.
  7. El periodista no debe enviar cuestionarios antes de la entrevista. Tampoco entregará su artículo al entrevistado antes de la publicación, ni le dará la opción de vetar pasajes de la conversación, el título o enfoque del artículo, etc. Si con posterioridad a la entrevista el entrevistado pide realizar cambios, el periodista tiene el derecho de negarse, argumentando que la entrevista fue concedida voluntariamente y que existe registro grabado de la misma.